Mi Kintsugi es un viaje creativo y terapéutico que va más allá del formato formal de la fotografía. Es un proyecto que representa un proceso, la creación de una via de escape para sobrellevar y transmutar procesos, y un intento de sanar en el proceso aprendiendo a apreciarme tal y como soy: Rota y Nueva, única, Irremplazable, y en permanente cambio.
Mi Kintsugi es admirar la belleza de las cicatrices en vez de esconderlas, porque son hermosas, porque al recomponerlas nos hacen más fuertes, cuentan nuestra historia representando un momento único en nuestra vida y haciendo más especiales.
Mi Kintsugi son autorretratos creados digitalmente a través de múltiples exposiciones y otros recursos digitales, y después intervenidos con pintura e hilo dorado. Surge por una doble inspiración: mi propia cicatriz (fui operada del corazón cuando tenía 2 años), y la técnica japonesa Kintsugi.
La premier de Mi Kintsugi se realizó en el festival de fotografía Internacional Fine Art en febrero del 2021 exponiendo la totalidad del trabajo: 20 obras 30×45 cm y una obra de 100×80 cm