La Toltequidad es el conjunto de creencias y prácticas  que regulaban la vida de la gente en el México antiguo. Su fundamento es Ketsalkoatl, el Ser divino, cuyo nombre significa serpiente emplumada. Y a su vez ligado al Gran Espíritu, que es e inunda todo. En esta cosmología se imaginan al mundo como una “gran casa” donde las fuerzas de la naturaleza son consideradas como deidades y antepasados; donde los hombres, originarios del mar, aprendieron a caminar por el desierto bajo una noche sombría y perpetua; y donde los dioses formaron el primer grupo de jicareros para alumbrar el camino de los humanos hacia el Cerro del Amanecer –aquel sitio donde sale el sol– y donde encontraran la conexión divina en comunión con el venado azul, el peyote.

Este trabajo explora el camino de los Guerreros de la Serpiente Emplumada, regidos por el Gran Espíritu que guía sus pasos para la conexión con lo sagrado.

Nauiyoatecutli Juan es un chaman tolteca-mexica con mas de 30 anos en la tradición nagual. Es el guía, el maestro, el medio de comunicación entre las deidades y los seres humanos. Sin el, es imposible realizar la conexión con lo sagrado. Yo le acompañé a través de su peregrinación y sus rituales relacionados con la cosmogonía de la cultura mexicana ancestral, aquella que existía antes de que llegasen los españoles, aquella amalgama de energía que prolonga la sabiduría de los antepasados, y las concentra en la trascendencia de lo físico, conectando con el aquí y el ahora.

Este es retrato work in progress de la cosmología wixarika, la cual define la eterna peregrinación de los hikuritamete –peyoteros-jicareros–, los marakames y los kawiteros hacia Wirikuta, y todos los rituales que forman parte del camino rojo, el único capaz de conseguir la comunión con el Gran Espíritu.

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